¿Quieres hacer un almuerzo escolar seguro? Así es cómo


Los padres sabrán que empacar los almuerzos escolares no siempre es fácil. Si bien un almuerzo para llevar es una opción saludable y rentable para las familias, el embalaje o el almacenamiento inadecuados pueden provocar intoxicación alimentaria y otros problemas. ¿Está interesado en cómo puede mantener seguros los almuerzos escolares de su hijo? Siga leyendo para conocer nuestros útiles consejos de seguridad alimentaria.

Tómalo suave

Las bacterias prosperan en los alimentos a temperaturas entre 5-60ºC. Y no tarda mucho en crecer: en solo unas pocas horas, las bacterias pueden alcanzar cantidades peligrosas y aumentar considerablemente el riesgo de intoxicación alimentaria. Los culpables más comunes de la recolección de estas bacterias incluyen el pollo y las carnes cocidas, los productos lácteos y los rellenos para sándwiches, elementos que puede encontrar fácilmente en una lonchera escolar. Asegurarse de que la lonchera de su hijo se mantenga en su mochila escolar, con una bebida congelada o un bloque congelador guardado adentro, ayudará a mantener los alimentos a temperaturas seguras.

Elige tu fiambrera sabiamente

Puede pensar que una lonchera es solo una lonchera, pero el tipo de recipiente que elija para los almuerzos escolares de su hijo influye en la seguridad alimentaria. Recomendamos elegir una caja que sea fácil de limpiar y secar, y que tenga espacio para ese práctico bloque congelador o bebida. También es aconsejable reemplazar las loncheras si nota grietas, grietas o rasguños, ya que estos son lugares conocidos de reproducción de bacterias.

mantener las cosas limpias

Antes de comenzar a preparar la comida, mientras trabaja y después de que haya terminado, es crucial que mantenga sus manos limpias para evitar la propagación de bacterias a la comida que le dará a su hijo. Mantenga sus áreas de preparación de alimentos limpias y secas, especialmente al ensamblar diferentes elementos de una comida; recomendamos usar tablas de cortar separadas para carne cruda y productos frescos para ayudar. También asegúrese de lavar bien las frutas o verduras que le da a su hijo, para asegurarse de que estén lo más libres posible de contaminantes y bacterias dañinas.

Haga elecciones inteligentes de alimentos

Los quesos blandos, las sobras de carne o las frutas y verduras sin lavar son buenos amigos de esas bacterias malas. Para mantener a su hijo lo más seguro posible, le recomendamos que elija alimentos de menor riesgo. Pueden ser unas rebanadas de un queso más duro, un sándwich hecho con untar o pollo o carne recién cocinados, carne o pescado enlatados, o un par de piezas enteras de frutas frescas que hayas lavado bien con anterioridad. Estos alimentos de bajo riesgo son particularmente útiles en climas más cálidos, ya que no necesita preocuparse tanto por mantenerlos frescos durante el día.

¿Y quién dice que la comida caliente no se puede llevar a la escuela de manera segura? Si le da a su hijo una comida caliente, como una sopa, asegúrese de que esté empacada en un recipiente aislado que haya precalentado con agua hirviendo primero. Dígale a su hijo que mantenga el recipiente cerrado hasta que esté listo para comer para asegurarse de que la comida se mantenga a una temperatura segura.

Practique el almacenamiento seguro

Puede que no parezca gran cosa, pero el almacenamiento en casa del almuerzo de su hijo realmente importa. Asegúrese de que los alimentos que le dará a su hijo para que los lleve a la escuela se mantengan separados de otros alimentos, especialmente de las carnes crudas. Mantenga la lonchera en el refrigerador hasta que esté listo para salir de casa. Y a la hora de montar la caja, intenta meter entre los congelados aquellos alimentos perecederos como carne, huevos, queso o yogur.

Comprobar al final del día

Podría pensar que cualquier sándwich o producto lácteo que no haya consumido puede llevarse a la escuela nuevamente al día siguiente. Como estos artículos perecederos experimentaron diferencias de temperatura debido a que estuvieron fuera del refrigerador durante el día, deben desecharse si no se comen frescos. Esto también se aplica a las bolsas de papel o de plástico: puede pensar que es inteligente reutilizarlas, pero son un excelente caldo de cultivo para esas bacterias hostiles. Asegúrese de revisar y limpiar la lonchera de su hijo al final de cada día escolar.

Enseña a tus hijos a estar seguros

Alentar a su hijo a que se lave las manos durante al menos 20 segundos y se las seque bien antes de comer lo ayudará a desarrollar buenas prácticas de seguridad alimentaria y garantizará que el riesgo de desarrollar una intoxicación alimentaria en la escuela se mantenga al mínimo.

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